miércoles, 13 de junio de 2007

¿Qué pasa en el Ayto. de Santander con la Cooperación para el Desarrollo?

Quizás, antes de nada, ya que comenzamos con preguntas, también y en justicia, nos debiéramos preguntar qué pasa con todos los demás Ayuntamientos de Cantabria, esa pléyade de 102 municipios de los que solo unos 10 han decido hacer algo, muy tímidamente, ante el escándalo que significa que dos terceras partes de la humanidad vivan en la pobreza, sin acceso a los derechos más elementales y al margen de la “Sociedad del Bienestar”. “Sociedad del Bienestar” que por otra parte en España genera más de ocho millones de pobres, “Sociedad del Bienestar” que cada vez concentra más poder y dinero en unas pocas manos y excluye a más y más sectores sociales (inmigrantes, jóvenes, ancianos, parados...), exclusión quizás imprescindible para que una tercera parte de la humanidad continúe con un modo de vida insostenible, desde el punto de vista moral, social y ecológico.
Quizás también habría que preguntarse que hace su organismo de representación, la Federación Cántabra de Municipios, a parte de reunirse... Que nosotros sepamos, los ciudadanos no tenemos noticias al respecto.
Pero quizás, también , hacernos estas preguntas sería meterse en “camisas de once varas” y extendernos demasiado. Ya habrá tiempo para ello.
Lo cierto es que los que algo hacen, hacen tan poco y tan mal, como que; Torrelavega, segundo Ayuntamiento de Cantabria, cuenta para estos menesteres con una ridícula ayuda de 70.000 € para dos años, Castro es un ejemplo de descontrol, digno de figurar en el Guiness de malas prácticas (prueben a informarse en el Ayuntamiento sobre cualquier aspecto de su convocatoria o pregunten a las ONGD, que según ha llegado a nuestros oídos, están desesperadas con la forma de actuar de este Ayuntamiento), Camargo, con Concejalía de Cooperación y todo, sea ejemplo de arbitrariedad en las subvenciones...(véanse las concesiones de proyectos de sus convocatorias y compárenlas con las bases, etc. etc. etc.
En esto no hay diferencias de carácter político o partidista, y aproximadamente, la práctica, les iguala a todos; carecen total y absolutamente de sensibilidad y de políticas o planificación en esta materia.
Pero es tan penoso que no se libre ni uno, que toda actuación, en caso de que exista, se haga exclusivamente cara a la galería, y tan extenuante hablar de esa radiografía que se repite sistemáticamente año tras año, que de momento lo mejor será “dejalu pa prau”. Lo mejor será que vayamos a lo concreto, que es la situación hoy del Ayuntamiento de Santander en relación a la Cooperación para el Desarrollo.
¿Qué nos encontramos en el Ayuntamiento de Santander?, pues dejando a parte la increíble gestión de la Concejalía de Servicios Sociales en materia de recursos humanos, capaz de conseguir que la mitad del personal no se hable con la otra mitad, estando recurridos por una parte de la plantilla y anulados por sentencia judicial los nombramientos de los actuales funcionarios responsables de los distintos servicios, (lo cual ha influido e influye de manera directa y notable en el devenir de la cooperación municipal), la realidad es que por el momento, el de Santander es el único Ayuntamiento que cuenta con una estructura dedicada específicamente a la Cooperación para el Desarrollo.
Sospechamos que esta estructura, materializada en una oficina y dos técnicos municipales, sea la herencia de un paréntesis de lucidez, o fruto de la casualidad y de la conjunción positiva de los astros. No encontramos sino otra explicación al contemplar estupefactos la situación actual.
Lo cierto, real y grave, es que este año el presupuesto de la convocatoria de subvenciones para proyectos de desarrollo, ha pasado de 330.000 € a 300.000 €. Aunque peor les ha ido a la proporción de los ocho millones de pobres que corresponden al municipio de Santander, ya que la partida para proyectos sociales ha disminuido mucho más.
¿Se habrán gastado tanto en aceras y carpas monumentales que no queda ni para la gente?
Como vemos, dados los resultados, lo que en principio sería su ventaja comparativa respecto a los demás Ayuntamientos, esto es, su estructura, nos provoca la pregunta del millón: ¿Vale para algo esta oficina? De nuevo les invitamos a que se acerquen y pidan información sobre cooperación para el desarrollo, sobre iniciativas en esta materia, asesoría técnica sobre formulación de proyectos, etc. Quizás ustedes tengan mejor suerte que nosotros...

Que sepamos las propuestas y los servicios de esta oficina son cuanto menos “manifiestamente mejorables”. De momento organizan, perdón, financian, un curso de formación básica en Cooperación para el Desarrollo (trayendo a supuestos primeros espadas de más allá de los Picos de Europa) que han costado una pasta (viajes, dietas, honorarios...), y que han encargado a una asociación que suponemos, domina el tema con autoridad ¿? La pregunta es ¿Justifica una formación básica tamaño desembolso? ¿No existen profesionales en Cantabria capaces de proporcionar una formación de igual o más calidad a mejor precio, optimizando así el uso de los recursos municipales para esta tarea? Para qué tenemos una Cátedra en Cooperación, ¿no podrían sus técnicos hacerse cargo de esto? ( ah, perdón, se me olvidaba que la Cátedra sólo se habla con los gobiernos del PSOE)

En realidad, de lo qué nos sorprendemos es a lo que nos tiene acostumbrados dicha oficina, léase, la realización de exposiciones o actividades a cargo de ONG,s de mucho “pedigrí” y gran renombre a escala nacional, pero de nula presencia en nuestra tierra. Exposiciones así, a secas, muy mediocres por otra parte, sin otro componente que pudiera proporcionar algún valor añadido a este esfuerzo sensibilizador. O sea la Ley del mínimo esfuerzo, encargo financio, otros ejecutan y hasta luego Lucas... que ya tenemos foto para los jefes y la justificación de que hacemos actos de alto standing.

Por cierto, mientras tanto sigue sin existir una convocatoria para proyectos de sensibilización por parte del primer Ayuntamiento de Cantabria.

Nos preguntamos ( sí, somos unos preguntones), si en ésta, a nuestro juicio, deficiente gestión, tendrá algo que ver la formación y la experiencia en temas de Cooperación para el Desarrollo de las personas que se encargan de la gestión de los asuntos municipales.

Y es que tal vez una de las enfermedades de la Cooperación para el Desarrollo en Cantabria, y por ende en Santander, es que sus responsables políticos estiman que la buena voluntad es mérito suficiente para poder desarrollar una labor profesional en este área. Por ello estamos acostumbrados a ver que los funcionarios responsables dedicados a la Cooperación para el Desarrollo (en el raro caso de que existan) no posean experiencia ni formación previa a su designación, y tampoco exista un plan de formación que resuelva esta circunstancia. Se coloca a las personas en función de “otras afinidades”. Por lo que “de estos polvos nos vienen estos lodos”

Y ante todo esto, ¿Que plantea la voz de, los “super cicutas”? “osease” la voz de la Coordinadora Cántabra de ONG de Desarrollo, (voz que según nos comentan, y aparece plasmado en la recién creada Ley de Cooperación para el Desarrollo de Cantabria, es la auténticamente autorizada, por el momento, para plantear reivindicaciones en este ámbito). Pues que sepamos nada, “nasti de plasti”... ¿Rebajan el presupuesto municipal para cooperación del ayuntamiento de Santander, motivo suficiente para poner la voz en el Cielo, y nada de nada? Pues exactamente eso. Quizás desde la Coordinadora tengan asuntos de máximo “interés” que les impide pronunciarse. El caso es que no se entiende tal apatía.

El resultado de todo esto y de otras materias que seguimos “dejandu pa prau”, ya que no es cuestión de extenderse y agobiar al lector, es que desde cada gesto de ineptitud, de apatía, de falta de profesionalidad, o de ética, se propicia que los recursos e iniciativas destinados a apoyar a los pueblos más machados, las situaciones más injustas y más trágicas, sean menos eficientes, abran menos posibilidades de aminorar el sufrimiento de miles de seres humanos y de ayudar a que se produzcan cambios estructurales que nos permitan vivir en un mundo más justo.
La dejación de tan alta responsabilidad, y la falta de sensibilidad del Ayuntamiento de Santander es tan evidente, que se convierte en pecado fundamental y vergüenza de sus políticos y sus funcionarios.
Y , en definitiva, esto es lo que les demandamos desde este pequeño foro, con la sana intención de invitar a la reflexión de todos y todas.
Que cada cual asuma sus responsabilidades en el Ayuntamiento de Santander con más ética y más responsabilidad o que se aparten y se dediquen a otras actividades, dejando sitio a personas con más voluntad, capacidad o sensibilidad.

1 comentario:

gringuito dijo...

Bueno parece que conoceís de cerca este mundillo, pero si esto es así tendríais que mojaros un poco más y dar nombres y cifras. Las cosas tan generales dicen muy poco. Pero creo que vuestro blog puede funcionar, y sobre todo creo que es muy necesario.
Y en lo que exponéis estoy de acuerdo en un 90%.
Felicitaciones por la iniciativa y adelante chavales, o chavalas o ambas cosas. Ya teneis un asiduo seguidor.