martes, 28 de octubre de 2008

LOS FIGURANTES

Hemos asistido a la celebración por parte de la Alianza Cántabra contra la Pobreza de la III semana contra la pobreza.
Más alla de la mera reivindicación de los, a nuestro juicio, romos Objetivos del Milenio, a los que al parecer todos los políticos dicen apoyar, aunque solo sea con palabras, (mientras rescatan al sistema capitalista, con pocas explicaciones, pero con miles de millones de euros contantes y sonantes) esta iniciativa nos parece un valiente esfuerzo por sacar a la luz una realidad que, a pesar de que la mayoría de nosotros somos sensibles a ella, tenemos tendencia a postergar en el olvido.
Lo más exitoso de la mencionada semana se nos antoja que fue, a parte de la conferencia inaugural del siempre inefable Carlos Taibo, la manifestación que se convocó y a la que asistió un nutrido grupo de ciudadanos, cosa en principo sorprendente por estos lares.
Pero adictos como somos a las gloriosas efemérides, no nos podemos resistir a contar, que lo que más nos llamó la atención en el inicio de la marcha fue una danza invisible (para la mayoría), en la que un grupo de políticos casi todos del PP, capitaneados por la concejala de cooperación del Ayuntamiento de Santander, aferrados a una de las pancartas, pugnaba por situarse estratégicamente en la cabeza de la manifestación, mientras la organización trataba de colocar al frente de la misma a los representantes de las organizaciones convocantes, miembros de la Alianza Cántabra contra la Pobreza.
Esta danza más o menos explícita, acabó con una hábil maniobra, por la que los convocantes, percatados de las aviesas intenciones del citado grupo, con gran arrojo y arriesgando su integridad física, esprintaron con ímpetu y realizaron un "interior" al grupo de políticos/as, ganando así la "pole" para el resto del acto. Una maniobra llena de plasticidad y armonía que deleitó al numerosos público asistente (o al menos a los que se percataron de la misma).
Cabe preguntar, si en un acto reivindicativo en el que se exige a los políticos un compromiso mayor con los excluidos del planeta, tiene sentido que estos personajes, que en el caso del Ayuntamiento de Santander reducen en vez de aumentar las partidas destinadas a lo reivindicado, con cara de cemento armado, asistan como protagonistas del evento. O si más bien, en caso de desear asistir, y si aún les quedara algo de vergúenza torera, debieran hacerlo solo como figurantes y entonando el "mea culpa".

martes, 12 de agosto de 2008

EL DESCONCIERTO SEÑA DE IDENTIDA DE LOS AYUNTAMIENTOS DE CANTABRIA EN MATERIA DE COOPERACIÓN AL DESARROLLO

Noja, Castro, Piélagos, Camargo... y todos los demás. Los tres primeros aludidos son las joyas de la corona en lo relativo a despropósitos en materia de cooperación para el desarrollo en Cantabria. Como muestra un botón. Noja saca su convocatoria para proyectos del 2007 en diciembre de ese mismo año. Pretende que se justifiquen los proyectos con facturas de 2007 y en agosto del 2008 no ha resuelto, ni como es lógico pagado, las subvenciones correspondientes al citado 2007. Todo un ejemplo de coherencia.
Los demás, parecido, y como denominador común la tacañería. Se sacan las convocatorias de subvenciones cara a la galería, con partidas escasas y sin objetivos ni planificación mínima.
Todo ello acompañado por la omnisapiente Universidad de Cantabria, que desde la Cátedra COIBA pone todo su empeño en entrar a valorar los proyectos presentados en las convocatorias (a base de becarios mal pagados y con historiales maquillados para que parezca que la baremación es cosa de profesionales), pero ninguno en mejorar procedimientos y aconsejar buenas prácticas. Objetivo: presentar un buen curriculum institucional que justifique su actividad, las jugosas subvenciones recibidas de la Dirección General de Cooperación para el Desarrollo, y sacar lustro personal para su Director y para los más allegados o mejor dicho allegadas...
Nadie dice nada. Nadie mueve un dedo. La Dirección General con su flamante Director al frente no osa realizar el más mínimo gesto para paliar tal situación, quizá no es conveniente mentar la soga en casa del ahorcado... Las ONGD por lo "bajini" echan pestes, pero cuidado, no vaya a ser que nos quiten el pienso. La coordinadora de ONGD... a verlas venir... En fin que pareciera que mientras una multitud de seres humanos siguen sometidos a la injusticia y la miseria, desde los sectores que dicen defenderlos, ser su voz y sentir sus penas como propias, se juega al "estatus quo", sin demasidas angustias. Total... nosotros tenemos el presente asegurado.
Algo huele a podrido en la cooperación Cántabra. No hablamos de corrupción, ni siquiera se trata eso... o al menos no hablamos de una corrupción al uso. Hablamos de esa inmensa y pútrida ciénaga social en que está inmersa la sociedad de Cantabria; una sociedad endogámica, desmovilizada y envejecida, anclada en la recomendación y el amiguismo, donde la aspiración mayoritaria de l@s jóvenes, la supuesta energia renovadora de la sociedad, es la de ser funcionari@ para vivir tranquilo y no tener que emigrar, y en la que su mayor icono, lo más conocido allén de los Picos de Europa, es un presidente contertulio, cuya actividad más notoria es la promoción del sobao y de la anchoa por los diferentes saraos y platós de las tierras de España.
La cooperación para el desarrollo, lógicamente, es el reflejo de este estado de cosas. No son de estrañar, en este contexto, reacciones como las del Consejero de Obras públicas, habilmente invitado por alguna asociación a un viaje de visita sobre el terreno, que impactado por las condiciones de vida, hace un llamamiento a una colecta municipal para conseguir fondos para alguna obrita de asfaltado del desierto. O que la Concejala de Salud, Inmigración, y Cooperación para el Desarrollo del ayuntamiento de Santander, también habilmente invitada a una visita por alguna organización de apoyo al pueblo saharaui, con el corazón roto, done un autobús de segunda mano, para uso y disfrute de "esa pobre gente". Medidas ambas (por no citar otros ejemplos descorazonadores) que hablan por si mismas del grado de planificación, coordinación y de la coherencia de las políticas públicas de cooperación para el desarrollo practicadas desde Cantabria.
Cantabria y la cooperación para el desarrollo cántabra necesita aire fresco. Un aire que alivie la narcotización social galopante a la que nos ha llevado la mediocridad de los políticos y nuestras actitudes carentesde compromiso. Es urgente y tarea de todos abrir las ventanas de par en par para que corra el aire, y limpiar nuestra casa si queremos tener algún futuro.