La estrategia es de una marrullería tal, que causa sonrojo.
Se trata de retrasar lo más posible el trámite administrativo preceptivo para otorgar de forma oficial los proyectos solidarios aprobados a las ONGD´s en convocatoria pública, de tal forma que a día de hoy no se ha tramitado lo correspondiente al año pasado. Se pretende así que quepa la posibilidad de que se llegue tarde al cierre de los presupuestos 2010, y ya no se puedan ejecutar, con lo que la partida en lugar de a cooperación, pasaría a gastos generales, y así ayudaría a tapar, con el dinero sustraído a la solidaridad, el pozo sin fondo del dispendio generalizado de la época de las vacas gordas.
Esta solución previsiblemente dejaría en estado catatónico a las ONGD (más si cabe de lo que ya lo están habitualmente), que sin recursos financieros y con su anquilosada capacidad de respuesta, serían incapaces de articular movimiento alguno. De las poblaciones del Sur, las más afectadas, ni hablamos, ya que están muy lejos y no votan, por lo que no son un problema para el Gobierno.
Esta sería la solución ideal para el partido socialista que es quien maneja este área y, conocido el percal, posiblemente nada pasaría. Pero algunas ONG`s tienen personas contratadas, locales alquilados y una estructura que mantener, y toda ella se vendría abajo de forma fulminante, por lo que cabe la remota posibilidad de que el efecto fuese el contrario y que se produjera un terrible enfado, cuya repercusión mediática pudiera sustraer algún voto, más si cabe, al partido en el poder que esta tan necesitado de ellos.
Por ello, los profetas de este blog estimamos que el partido socialista de Cantabria, tan cercanas las elecciones, no asumirá este riesgo y que la verdadera estrategia oculta, que calificamos de torticera, es amagar con la supresión pura y dura, por causas administrativas, de las partidas dedicadas a la ejecución de proyectos por las ONGD`s para, seguidamente, adoptar el papel de "esforzados de la ruta", que con una gestión fuera de serie que les ha costado sangre, sudor y lágrimas, han logrado salvar algunas de las partidas, pero que lamentablemente y con gran dolor de corazón han tenido pagar un peaje y sacrificar otras.
Las ONGD´s así, agradecidas y con la actitud entre sumisa y comprensiva que les caracteriza, aceptarán la dureza de los tiempos que corren y alabarán al verdugo por su buen corazón, ya que solo les amputa la mano derecha y les permite seguir manteniendo la cabeza sobre los hombros.
Al mismo tiempo, torciendo la cabeza disimuladamente, el verdugo en cuestión susurrará a su consejero de economía: "así no perdemos votos, salimos reforzados y nos llevamos un dinerito que nos viene muy bien para otros menesteres".
En cualquiera de los casos saldrán perdiendo, como casi siempre, los más débiles, las personas que aliviarían sus carencias y sufrimientos si hubiera un mínimo de sensibilidad y coherencia.
Nos gustaría tanto equivocarnos...
