viernes, 10 de agosto de 2007

USTED NO VA BIEN MRS MARTÍN

Usted no va bien Mrs Matín. Empezamos fatal Mrs Martín. Tenemos noticias de que entre sus primeras actuaciones figura otra nueva edición de la feria intercultural del Sardinero. La suponemos entusiasmada con la idea y que estará poniendo sus cinco sentidos y todo su corazón en la organización del evento. Pues sentimos ser una gotita de agua fría (no podemos optar a la categoría de jarro por nuestra insignificante repercusión mediática)
Mire Mrs. Martín,en el artículo anterior le dábamos la bienvenida y un margen de confianza de 100 días. Pero Mrs. Martín, usted va como una moto. Usted no va bien, ya se le esta viendo el plumero... Nos dijeron desde el Ayuntamiento de Santander que no había dinero y que había que reducir sustancialmente el presupuesto de proyectos sociales y de cooperación para el desarrollo. Y a los pocos meses nos viene usted con esto... y se nos ocurre preguntar ¿Cuánto cuesta la organización de dicha feria? Y lo más importante ¿Para qué cree usted que sirve? ¿Ha consultado usted con sus técnicos municipales? Nos cuesta creer que unos técnicos den el visto bueno a semejante despropósito.
Por si no se lo han planteado sus técnicos asesores, y dado que desde este blog somos terriblemente preguntones, lanzamos las siguientes interrogantes:
La empresa organizadora (la que se lleva la pasta) ¿Quizás es la misma que organizaba la feria de las naciones, evento y negocio privado en donde se cobraba por la entrada al mismo, o estamos equivocados? ¿Existe malestar entre las asociaciones de inmigrantes que desean vender sus productos porque el organizador y patrón detenta la exclusiva? En cualquier caso la pregunta de fondo es ¿Qué tiene que ver esa feria trasplantada del ámbito empresarial privado al público con los verdaderos temas que vertebran los fenómenos de la inmigración en Cantabria? ¿No se parece más este esperpento intercultural a una feria de consumo y entretenimiento dirigida a los turistas, en la línea de espectáculos como el mercado medieval o similares? ¿No se le ocurre otra forma de gastar los dineros destinados a los inmigrantes?
Nos da vergüenza ajena, Mrs. Martín, ¿Cuántos actos para dar a conocer o debatir las últimas propuestas, proyectos o experiencias de interculturalidad tiene previsto organizar entre los sugerentes aromas del chorizo criollo, los vapores etílicos del mojito, o las sensuales evoluciones de las bailarinas y bailarines de salsa? ¿Cuantas personalidades nos brindarán su saber y nos ilustrarán sobre los temas candentes de la inmigración? ¿Muchos, pocos, ninguno?
Nos tememos lo peor Mrs. Martín. Empezamos a pensar que la inconsistencia y la vacuidad, es marca de la casa. Y fíjese que decimos inconsistencia y vacuidad. Porque Mrs. Martín, no queremos creer que usted esto lo hace a propósito, y menos con fines espurios.
Se nos hace imposible pensar que detrás de esa educadísima sonrisa que de forma permanente usted regala con magnanimidad a sus visitantes o contertulios, característica inequívoca de las grandes damas de nuestra alta sociedad y que constituye su mayor patrimonio, se esconda algo turbio.
Por eso Mrs. Martín nos vamos a permitir aportar una pequeña sugerencia, para demostrar nuestro espíritu de colaboración y ayudarle a salvar la cara:
Dado que usted es la cancerbera de las subvenciones municipales del sector social, convoque a las asociaciones y pídalas que estén presentes en su sarao intercultural.
Verá como no se niegan... Verá como acuden de forma estoica y sumisa a contemplar horas y horas y si hace falta semanas y meses en los dos metros cuadrados que se les asignen, como el personal se divierte y pasa olímpicamente de ellos, mientras para sus adentros emiten improperios impronunciables por ser cómplices de semejante majadería.
Pero no se preocupe Mrs. Martín, no llegarán dichos improperios a sus delicadas orejas, perdón, perdón quería decir, a sus delicados oídos. Se los comerán con patatas los “pringaos” de siempre, mientras usted saluda, con gesto elegante y esa sonrisa tan suya, a los jefes de los pringaos.
Así el público en general, que entre nosotros de esto sabe muy poco, tendrá la imagen de que la cosa no es tan simple, vamos... que de inconsistencia y vacuidad nada. Y si de paso organiza algún telemaratón, alguna rifa benéfica, vende algún juguete solidario o recolecta los sobrantes de esta sociedad de consumo, mejor que mejor, que la gente ya no sabe donde guardar tanto cachivache. Además contribuirá de forma notable al bienestar psicológico del personal, que se sentirá mejor porque puede ayudar de una manera fácil, directa y segura a los pobres.
Y en definitiva, y casi casi lo más importante, como las ONG no esperan cobrar de inmediato, sino que pacientes esperarán a la convocatoria de subvenciones, nos ahorramos un dinerito que bien puede entregarse al organizador, que seguro tiene unos márgenes empresariales estrechísimos.
¿A que somos buenos pensado Mrs. Martín? ¿A que es la solución ideal dadas las circunstancias?
Y así todos, o mejor dicho, casi todos contentos... y que siga la fiesta...

1 comentario:

Sabueso dijo...

Pues se ve que mr. pollo tiene tiempo para desarrollar peroratas de 2 folios a los vigentes responsables de los asuntos sociales en la capital....!!! Yo me sumo a la protesta, aunque de poco valga, y te ruego sigas con tus sabrosas críticas a los capullos que manejan la política (ojalá) en este país de mediocres.
Por cierto, anteayer sábado tuvimos una fiesta intercultural en Torrelavega de puta madre.

Un saludo